Marta

Hoy Marta cumple años. Como soy un caballero, no revelaré su edad. No sé si tendrá mucho tiempo para celebraciones porque tal como ella me cuenta, anda bastante agobiada. Espero que tenga tiempo para leer esto. Y para leer la carta, el sms, el email y la nota en su perfil de Facebook. Por felicitaciones no será. Ella(y su gente) se las merece. Acoger a dos desconocidos en su casa y enseñarnos la belleza sin par de su tierra, es algo que no tiene precio. Esos dos desconocidos, éramos Bea y yo. Bea encontró a su príncipe y yo ya me he casado con mi princesa. Por cierto, hace mucho que no sé de Bea. Será cuestión de mandarle un email o algo...
Pero a lo que iba. Que hoy la protagonista eres tú Marta. Te deseo lo mejor, de verdad. Aunque no nos veamos y la distancia nos impide el contacto diario, para mí eres una amiga. Mi amiga cántabra, la dueña de un perro muy mono llamado Neco, la poseedora de un grupo de amigos excepcionales, con Javi a la cabeza(y en el corazón), César, Fran(creo que se llamaba Fran), etc..
Sí lo reconozco, este artículo es más moñas que una película Disney pero puedo jurar que no estoy borracho(aún no) por lo que no es el típico canto a la amistad de los beodos...Es un canto a la amistad de verdad, de la que sale del corazón...
En fin, que deseo volvernos a juntar alguna vez aunque sea algo complicado, ir a cenar los cuatro: Ana, tú, Javi, yo...(Bea y Martín también están invitados, por supuesto). No tenemos cuarto de invitados aún pero mi casa(bueno, nuestra casa) es vuestra casa por si os escapáis a Zaragoza algún día...que me supo a poco la visita de aquellos Pilares...
Pues nada, ya me despido. Desde Zaragoza, con cariño, Ana y yo te deseamos un feliz cumpleaños. Hasta la próxima carta...

A veces

poema compuesto durante el concierto de Carlos Baute

A veces sonrío
sin saber el por qué,
entonces te miro
y empiezo a comprender.

A veces me asusto
sobre todo al amanecer
cuando ya te has marchado
dejando mi mundo del revés.

A veces me despisto
y me vuelvo a perder
es entonces, cariño,
cuando me vienes a socorrer.

A veces por no decir siempre
se esfuma mi fé
pero te quedas a mi lado
para que vuelva a creer.

A veces estoy en silencio
pero esta vez no me callaré
y proclamaré a los cuatro vientos
que nunca te dejaré de querer.

La Virgen le mira

La Virgen le mira,
¡la Virgen le está mirando!
mientras él le deja
flores en su manto.

La Virgen los mira,
¡la Virgen los está mirando!
ella también tiene
al Niño entre sus brazos.

El Niño mira,
¡El Niño está mirando!
el bullicio de la gente
le ha despertado.

El Niño le mira,
¡El Niño le está mirando!
otro niño como Él
mira a su alrededor asombrado...

Resumen del Pilar por anticipado

A 6 de octubre de 2009 y sin que hayan comenzado oficialmente las Fiestas del Pilar, ya me atrevo a hacer un resumen de lo que serán para mí (y para Ana, of course) estas fechas tan señaladas. Del 10 al 12 de octubre, no estaremos en Zaragoza. Aprovechando el puente y las noches de hotel que aún nos quedan por disfrutar, servidor de ustedes y señora se irán a Sevilla para alejarse del bullicio zaragozano. Porque estoy casi seguro que ese fin de semana, Zaragoza estará a reventar. Nos perdemos el pregón de las peñas, el del ayuntamiento, los conciertos del día 10, 11 y 12 y la cena de la peña en plena plaza del Pilar(día 11). Lo siento, señor Calamaro, pero no podremos asistir a su concierto(ni al de La Excepción ni al de Vetusta Morla). También nos perdemos la Ofrenda de Flores porque aunque llegamos el 12 , llegamos bien tarde. Ya veremos a la Virgen otro día...
Pues eso del 10 al 12, Sevilla. A partir del 13, lo habitual, nada más salir del curro nos iremos para la carpa de Interpeñas, para cenar allí, beber, estar con otros peñistas y si eso, escuchar a los que estén tocando, aunque para lo que hay que oir...Vamos, que casi es el mismo plan del año pasado salvo por la escapada sevillana. Si sucediera algo fuera de lo normal o pasara alún imprevisto, ya daría cumplida cuenta después de las Fiestas.
Un saludo a todos.

Francisco de Borja Hernández Gonzalo

Aquí estoy. Aquí me tenéis. Francisco de Borja Hernández Gonzalo. Siempre a flor de piel, con el corazón en la boca y la sangre hirviendo. ¡Miradme, miradme! Esa leve figura que apenas es un susurro del viento. Ese soy yo. ¡Escuchadme, escuchadme! Ese suspiro ahogado en una jaula de huesos. Ese soy yo. ¡Cogedme, cogedme! Esa brizna de vida cogida por alfileres. Ese soy yo.
No es que quiera llamar vuestra atención pero prestarme atención, por favor. No es que sea un egocéntrico y solo diga: "Yo, yo y sólo yo" pero ahora sólo estoy yo delante del ordenador y eso me asusta. Tal vez sea esto un grito de ayuda o sólo un desahogo. No lo sé. Si lo supiera ni lo escribiría. Pensareis: "Está desvariando". Y tendréis razón. Diréis:"No sabes cómo rellenar tu blog". Y tendréis razón. Y sin embargo, os equivocais. Porque ahora escribo porque me apetece y punto. Sin ninguna temática en particular.
Aquí estoy. Aquí me tenéis. Francisco de Borja Hernández Gonzalo. Sí, sí. He puesto el nombre completo, el que figura en el DNI, el de alguien que nació un 21 de enero y cuyo santo es hoy, precisamente hoy. Pero no me felicitéis. El señor San Francisco de Borja era un hombre de fé y yo cada vez más sea un descreído. Tal vez por eso esté escribiendo esto. Ya sé que en el párrafo anterior he dicho que no había ninguna temática. ¿Qué queréis? Me contradigo a mí mismo, me amo y me odio y pocas veces, me he tomado a mí mismo en serio. Tal vez esté aquí el quid de la cuestión. Porque si no me tomo en serio, ¿cómo pretendo que me tomen en serio los demás? Y así pasó los días, con mi insoportable levedad, intentando llegar al día siguiente. Porque la vida en sí son dos días, porque la vida en sí es una mierda, porque puedes hacer que esos dos días sean maravillosos y puedes convertir la mierda en lo más hermoso que hayas visto jamás. Yo estoy a medio camino. No sé si a peor o a mejor. Pero camino, respiro, vivo.
Aquí estoy. Aquí me tenéis. Francisco de Borja Hernández Gonzalo. Hace muchos años, en una época oscura de mi vida, pensé en suicidarme y ahora quiero estar más vivo que nunca. Que esos dos días sean cuatro. Por favor, gracias.

(Continuará...)