lunes, junio 20, 2011

Seguiremos luchando

Sabemos que nuestra derrota va a ser dura pero seguiremos luchando. Sabemos que muchos han caído en el camino, que no pudieron continuar, que su ausencia nos marca a fuego todos los días de nuestras vidas pero seguiremos luchando. Sabemos que cualquier día nos puede tocar a cualquiera de nosotros, que cuando menos te lo esperas, sale tu número y ya está, se acabó, no hay que darle más vueltas. Si pensamos mucho en los que quedaron atrás, si nos repetimos constantemente: "ojalá estuvieran aquí", nos puede vencer la tristeza y la melancolía y provocar que también nos quedemos rezagados. Tampoco hay que condenarlos al olvido porque eso sería su tumba definitiva. Simplemente hay que recordarlos con una sonrisa para que nos ayuden en nuestro caminar. Sabemos que es muy difícil, sobre todo cuando llegan fechas especiales. Como decía, cualquier día puede ser nuestro día. Puede ser mañana, casi sin tiempo para despedirte y corregir los errores del día anterior. Puede ser dentro de muchos años y si eso sucediese, por favor que sea con todos nuestros recuerdos frescos y no convertidos en vegetales, amebas plastificadas en estupendas residencias de diseño. Sabemos que no sabemos nada pero seguiremos luchando.

miércoles, junio 01, 2011

Padres primerizos(7)

7. De bautizo

Domingo 22 de mayo. Doble celebración para la familia Hernández-Martín. Por la mañana, celebración de la democracia acudiendo al colegio electoral a votar. Que luego los políticos se pasen el voto por el forro de los... es algo que no podemos controlar ni entender. ¡Ánimo indignados!
Por la tarde, celebración de la religión católica bautizando al pequeño Marcos. ¡Qué bien se portó! Y no me ciega el amor de padre, que puede ser, todos los que vinieron pueden atestiguar mis palabras. Para tal magno evento, estuvo oficiando un tío de mi madre que vino de propio desde Azuqueca de Henares. Aunque no comulgue con muchas de las ideas de la Iglesia Católica, hay que agradecerle el gesto. Junto a él, cocelebró el vicario parroquial del barrio. Que si lo digo así, a lo bruto, os imagináis a un señor mayor, con gafas de pasta y más carca que Rouco Varela. Pero no, el sacerdote era jovencísimo y no llevaba gafas. Su lentitud al hablar contrastaba con la vivacidad de sus ojos azules. Y lo más sorprendente, se le veía totalmente convencido de lo que hacía. Viendo a los dos sacerdotes y a pesar de la amplía diferencia de edad entre ellos, se les veía que estaban en la misma onda. Lo cual en mi tío era normal pero en el otro siendo tan joven, me dió un poco de pena la verdad. Era un auténtico cura católico de los que les gustaría a la conferencia episcopal pero que oficiando en una iglesia llamada "San José Artesano" era un más que evidente contraste.
La ceremonia religiosa transcurrió dentro de los cauces normales de toda ceremonia que se precie: niños que lloran(ojo, el mío no fue), niños que corretean(lo mismo de antes), curas que ponen el manto bautismal como quien pone las sábanas en su casa, cantos que nadie se sabía...Después de la misa, fuimos al Ankara a tomarnos algo y a comer. ¡Cómo nos pusimos! Todo muy bueno y en abundancia, demasiada abundancia. Vamos que no hizo falta cenar después, ni recenar tampoco claro. Pero lo más importante es que estábamos ahí las dos familias reunidas celebrando el bautizo de Marcos y ojalá nos juntemos más a menudo. Amén.