10 de mayo

Decidme que no he soñado
aquel gol de Nayim.
Decidme que hemos ganado
 y que hemos conquistado París.

Decidme que hicimos historia,
que pudimos llorar y reír.
Decidme que haga memoria
de ese instante tan feliz.

Decidme que fuimos los mejores
que tenía que ser así.
Decidme que sentir los colores
es algo que no tiene fin.

Decidme que volveremos,
que incluso lo podremos repetir.
Decidme que ganaremos
y que nunca nos vamos a rendir.

El parlamento

Mirad como embisten con vehemencia,
no saben usar la cabeza de otra manera,
prefieren que este país se muera
antes que obrar con inteligencia.

Mirad como se aferran al escaño,
en vez de repartir abrazos.
Prefieren abrirse a codazos
sin importar a quién hacer daño.

Mirad como graznan y babean,
como gruñen y como braman.
Nada absolutamente bueno traman
cuando en el dolor se regodean.

Mirad como se subastan España
o como la venden al mejor postor.
Mirad que bien fingen el dolor,
gente inmunda de la peor calaña.

Mirad como hacen corrillos. Son jaurías
de mediocridad. Escupen su oratoria
y acechan,sin disimulo, la puerta giratoria
que les haga vivir bien el resto de sus días.

Mirad, fijaros bien. Es el ilustre parlamento,
dónde solo habita la ponzoña,
dónde se alimentan de carroña
los que quieren vivir del cuento.

Que ladren los perros

Que ladren los perros,
que ladren,
que escupan su bilis,
que la escupan,
que se retuerzan con sus bozales,
que se retuerzan,
que la rabia les consuma,
que les consuma,
que exploten sus pobres cerebros,
que exploten,
que no quede nada de ellos,
que de ellos nada quede,
tan solo un mal recuerdo,
una señal de advertencia
para no cometer viejos errores,
porque ellos no perdonan,
porque ellos no te preguntan,
ellos directamente muerden.
Que ladren los perros,
¡Qué ladren!
Que no podrán parar
a nuestros jinetes...

Error

Lo tengo que admitir,
me he vuelto a equivocar,
no he aprendido a vivir
y me olvidé de soñar.

Otra vez el mismo error,
no sé como lo cometí,
y siento ese viejo dolor
como nunca lo sentí.

Pensé que no me volvería a pasar,
pero ya cae de nuevo el sudor
y ya no lo puedo parar,
soy mi propio traidor...

Carlota

Llega en su silla como una reina y como a una reina, así la tratan. Por su cuerpo, el tiempo pasa. Por su mente, el tiempo se detuvo de repente. Llega en su silla con un coro que le mima y le canta canciones. Ella, a veces, trata de dar palmadas y ellos, siempre, le corresponden con abrazos y achuchones. Llega en su silla y la cambian. Es la hora de la piscina. Y mientras la cambian, le siguen cantando. Le ponen en una silla diferente y la monitora se la lleva al agua. Ellos descansan, aunque sea un rato. En sus ojos se ve el cansancio y el amor infinito. En sus ojos se percibe la angustia de no saber qué sucederá mañana. Porque la palabra futuro no tiene mucho sentido cuando sabes que hay una fecha de caducidad. Y rezan para que ella no se quede sola y se sienten fatal cuando piensan:"mejor ella antes que nosotros" porque vivir sin ser consciente de la vida, no es vida. Y mientras tanto, Carlota ha surcado los siete mares, ha sido la estrella de mar más hermosa, ha nadado sin saber nadar.
Termina la sesión, toca de nuevo desvestirla, darle una ducha, cambiarla, darle de cenar con esos tupers de fruta y galletas. Carlota es generosa, no le importa que mi hijo pequeño le coja alguna galleta. Él la mira un tanto extrañado y yo le explico, intentando que pueda comprender que aunque Carlota sea más grande, es más pequeña que él. Nos vamos, dejando a Carlota con sus padres. Se le oye por casi todo el polideportivo. Más canciones, más dibujos animados en el móvil. Solo la vemos un rato, una vez por semana. Me cuesta imaginar como será el día a día de esa familia. Por eso, quiero transmitirles todo mi afecto y todo mi respeto. Y también quiero expresar todo mi agradecimiento a todas esas personas que hacen que la vida de Carlota, y la de tantos otros, sea un poquito mejor. Dure lo que dure.

Palabras para una boda

Buenas tardes, me llamo Borja y hablo en nombre de Javier, Gema, Rafael, María, David, Fernando y Ana. Somos amigos de Jaime desde hace unos cuantos años, tampoco tantos, ¿a qué no? Al principio sólo éramos chicos, ¿verdad Jaime?. Si contara todas las batallitas que hemos vivido juntos, la historia tendría más temporadas que Juego de Tronos y no sé vosotros pero yo quiero aprovechar la barra libre...
Luego llegaron las mujeres: María, Ana, Gema...Después vinieron los niños: Marcos, Gabriel, Santiago, Julia, uno que está en camino(¿sabemos ya el nombre o no?)...Y ahora, tú, Yohanna. Bienvenida. Gracias por formar parte de este grupo tan magnífico. También recibimos con alegría a tus hijas, Luisa y Juliana,a tu familia y a todos los que te rodean. Lo dicho: ¡Bienvenida Yohanna!
Y gracias por llegar a la vida de Jaime.

Y es que se trata de eso: el amor llega. No sé sabe cómo ni cuándo pero llega: ¡Vosotros sois la prueba de ello! El amor llega y crecerá. Hoy dais un paso importante pero mañana, pasado, al otro...construiréis un futuro juntos. Y eso, amigos míos, lo conseguiréis con amor, respeto y pasión. Sí Jaime, tú mismo me dijiste que yo le pongo pasión a las cosas, ¡pues haced vosotros lo mismo! Que cada día sea una aventura, que cada día sea un regalo, que todos nosotros estemos ahí para verlo y celebrarlo.
Jaime, Yohanna, de todo corazón, que seáis muy felices. ¡Vivan los novios!

20 de noviembre

Los nostálgicos del gris
del polvo y la ceniza
casi hacen un bis
con su ideología enfermiza.

Bajo palio y con mantillas
de un luto riguroso
desfilan de puntillas
sobre el suelo rugoso.

Suelo rugoso encallecido
fruto de manos trabajadoras
suelo muerto y vencido
por los que vinieron en malas horas.

Y sembraron el suelo de huesos
y cuando no hubo suelo, las cunetas,
e hicieron presos
a los locos, a los soñadores, a los poetas.