Dime pequeño, ¿qué te parecen todas esas luces de colores que decoran las calles, los escaparates de las tiendas y las viviendas? Hay muchas y muy variadas, ¿verdad? Normal que te quedes embobado mirándolas. ¡Y cuánta gente hay paseando! ¡Qué trasiego! Sé que te has quedado algo pillado con ese señor vestido de rojo y blanco que llevaba una larga barba y que tú has querido comprobar si era de verdad o no. No lo era, no...También has visto a otros tres señores de majestuosas capas y tú, de nuevo, has querido comprobar si el señor negro era de verdad o no. Sí lo era, sí...¡Y la música! Por todos lados suenan villancicos y más villancicos. Aún eres chiquitín para cantar pero tú ya meneas la cabeza y todo como queriendo seguir el compás. Tantas novedades y en tan poco tiempo son capaces de desbordar a cualquiera, es lógico. Tú estás alucinando con lo que pasa a tu alrededor sin llegar a comprender el motivo de tanto jolgorio y alegría. Estás empezando a sentir algo que ojalá no pierdas con los años, algo llamado ilusión y a tus papás, o por lo menos a mí, nos ayudas a recuperarla.
En fin, Marcos. Son tus primeras navidades y ya verás como te irán gustando aunque ahora estés llorando porque otro señor de rojo y blanco te haya dado un susto sin querer. Puto Papá Nöel...
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