Brindis
Somos pocos para la cena
pero somos los mejores,
hagamos que valga la pena
y que el vino embriague nuestros dolores.
Comamos y bebamos sin freno,
bebamos y comamos con alegría,
pronto empezará lo bueno
y no terminará hasta que comience un nuevo día.
Así que brindemos por esta Navidad,
brindemos para que la gente acabe contenta,
brindemos y gritemos con efusividad:
¡Qué viva la treinta-treinta!
(Dedicado a TODOS los compañeros/compañeras incluso a los/las que no vinieron a cenar)
domingo, diciembre 16, 2012
sábado, diciembre 01, 2012
Sin título
Ya sé que no te lo digo tan a menudo,
ya sé que no te escribo con tanta frecuencia
pero ahora ya no dudo:
necesito amarte con urgencia.
Tal vez me hayan dominado la rutina,
los nervios, las ocasiones perdidas
pero mi corazón no siempre atina
y ahora hará todo lo que tú le pidas.
Las palabras y las letras se acumulan en mi cabeza
apiladas unas sobre otras, sin ninguna historia,
atrapadas y enredadas en mi pereza
esperando su momento de gloria.
Las letras y las palabras, los versos y los besos
desperdigados sin ningún respeto
por todos y cada uno de mis huesos
de este famélico esqueleto.
Ya sé que no te lo digo ni te lo escribo
pero ya más no espero:
sólo por ti vivo,
sólo por ti muero.
ya sé que no te escribo con tanta frecuencia
pero ahora ya no dudo:
necesito amarte con urgencia.
Tal vez me hayan dominado la rutina,
los nervios, las ocasiones perdidas
pero mi corazón no siempre atina
y ahora hará todo lo que tú le pidas.
Las palabras y las letras se acumulan en mi cabeza
apiladas unas sobre otras, sin ninguna historia,
atrapadas y enredadas en mi pereza
esperando su momento de gloria.
Las letras y las palabras, los versos y los besos
desperdigados sin ningún respeto
por todos y cada uno de mis huesos
de este famélico esqueleto.
Ya sé que no te lo digo ni te lo escribo
pero ya más no espero:
sólo por ti vivo,
sólo por ti muero.
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