miércoles, enero 21, 2009

Casi la edad de Cristo...

Hoy es mi cumpleaños. Lo digo así de primeras para que no tengais ninguna excusa para no felicitarme. Soy uno de esos especímenes raros a los que les gusta que la gente se acuerde de su cumpleaños. Cumplo 32 años, casi la edad de Cristo. Él dijo una vez: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra..." y es por eso que pido perdón si alguna vez me olvidé de felicitaros(¿verdad, Marta?). Y tranquilos que no pienso tiraros piedras, si acaso algún adoquín de esos de caramelo...
Hoy es mi cumpleaños y como cae en día laboral va a ser difícil celebrarlo con mis amigos en este mismo día. Habrá que esperar al próximo finde para invitarlos a comer en mi casa. Es curiosa la evolución de las celebraciones de mi cumpleaños. Cuando era niño, mis padres organizaban una merendola con sandwiches de nocilla(los primeros que se acababan), Coca-Cola, Fanta, tarta con velas, ganchitos y más sandwiches de los que siempre sobraban los de paté ¿o eran los de jamón de york? También llevaba caramelos a la clase para repartirlos entre mis compañeros aunque algunos de ellos me cayeran como el culo o simplemente se reían de mí...Pasaban los años y cuando entré en la adolescencia-juventud, invitaba a mis amigos a rondas de litros, chupitos o lo que fuese en los garitos de marcha. En aquella época aún no había "botellón" o yo por lo menos no lo conocí. Tras esa etapa "etílica" en la que exploré mi capacidad de resistencia al alcohol, llegó un momento en el que me dí cuenta de que "ya no era lo mismo que antes" y mientras bebía de mi litro de cerveza(Ambar, por supuesto) observaba con envidia(sí Javi, lo reconozco) como Javi se enrollaba con una chica. Y resulta que, hace casi cuatro años, conocí a Ana y resulta que el pasado verano nos fuimos a vivir juntos y resulta que pensamos en preparar una comida en nuestra casa porque una cena molestaría a los vecinos y no vamos de bares porque hace frío y hay que ver lo caros que están y tampoco estamos para botellones y parece ser que va a ser así para próximas celebraciones...y que sea para mucho tiempo.
En fin, que mientras Cristo ya había hecho algún que otro milagro yo estoy tratando de organizar los calcetines negros que parecen todos iguales pero no...si logro que cada par corresponda, eso sí que será un milagro...

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