lunes, octubre 22, 2007

Recepcionista de noche(V)

Buenas noches. Aquí estoy una vez más varado en la recepción de el hotel El Cisne. No es que no hubiera vuelto desde el último artículo de la serie "Recepcionista de..." es que sencillamente no tenía mucho que escribir. Me temo que esta noche tampoco. Todo está tranquilo, muy tranquilo. Mejor así, no sea que vengan los ladrones, los cuales nos han visitado 2 noches reventando las máquinas tragaperras y la máquina de cambios. Para poder actuar con tranquilidad, cerraron con un cable las puertas de emergencia que comunican la cafetería, donde están las máquinas, con lo que es el hotel en sí. En ninguna de las 2 veces que vinieron estaba yo y por la cara de susto que tenían los compañeros a los que le tocó "disfrutar" con la experiencia, la verdad es que no me gustaría nada que me pasase a mí. Claro, al menor ruido raro que oigo me ponga alerta y la verdad es que acojona un poco estar aquí solo. Se ve que el director ha optado por abrir la cafetería también por las noches pero hoy está cerrado y yo,por si acaso, he dejado las puertas semicerradas no sea que me encuentre cara a cara con algún ladrón. A lo mejor no pasa nada en toda la noche. Toquemos madera.
Por lo demás, no hay ninguna novedad que contar. Cuando me toca de mañana acabo hasta el gorro del teléfono y de repetir mil veces:"Buenos días, Hotel El Cisne, le atiende Borja...""¿Hotel El Cisne? Sí, sí, aquí es, dígame...""No, Oscar no, Borja""Las suites con jacuzzi están reservadas, lo siento..." Y estos soniquetes, con sus variantes durante toda la mañana. Por la noche, el silencio es total y el idem y yo nos llevamos fatal, por lo que me pongo la radio del móvil para que la neurona de mi cerebro esté entretenida.
Acaban de dar las señales horarias. Las 2 de la mañana. Tengo que hacer la caja del día. Ya nos veremos. Hasta luego...

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