Déjame arañarle al reloj
todo ese tiempo que nos roba.
Déjame contarle a tu corazón
todo lo bueno que me ronda.
Déjame ocultarle al sol
que ha empezado su reinado.
Déjame ver tu luz bajo el edredón
y regálame otro abrazo.
Déjame mostrar todo mi amor,
amor que huye de la mentira
Déjame desbordar toda mi pasión
como si en ello me fuera la vida.
Déjame robarle a tu voz
todos los "te quiero" imaginables.
Déjame guardarlos bajo el colchón
hasta que la muerte nos alcance.
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Déjame quitarle a Dios
tu alma inmaculada.
Déjame rogarle su perdón
y pedirle una última mañana...
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