martes, abril 15, 2008

Recuerdo de Rosas

Con el ansia ardiente de un amante
espero impaciente la noche de Rosas
para ver su montaña de diamante
tallada de infinitas mariposas.

Tu nombre perfumado
embriaga toda mi pena
y como el mar, soy desnudado
y vestido por tu arena.

En tu maravillosa playa
busco algo de abrigo
pero donde quiera que vaya
el amor es mi peor enemigo.

Es el amor mi peor enemigo
y en la paz de esta villa marinera
no deja de ensañarse conmigo
y, como siempre, me desespera.

Rosas, tus bellezas y tus espinas
juegan con mi corazón enamorado
lo zarandean en tus esquinas
y lo dejan destrozado.

Rosas, ya me despido
con este recuerdo del ayer.
Rosas, tan solo pido
no tardar en volverte a ver.

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