sábado, abril 05, 2008

Lo demás es silencio

Estoy leyendo la interesantísima biografía de Enrique Bunbury escrita por Pep Blay. La verdad es que me ha ayudado mucho para descifrar, en la medida de lo posible, la personalidad de este cantante. Es difícil hablar de Bunbury porque despierta tanto filias como fobias exarcebadas y parece no haber término medio. Muchos de sus detractores sólo se han quedado con la imagen del Bunbury arrogante, del Bunbury que abandona un concierto a la quinta canción...Sinceramente creo que no se le ha dado un buen trato. También es verdad que él tampoco se ha preocupado por mejorar su imagen. Desde los tiempos de Héroes del Silencio, entre él y los medios españoles hay una guerra, a veces subterránea y otras a cara de perro, que lo único que ha conseguido es ofrecer una visión distorsionada del artista. Cuando Héroes arrasaban en Alemania o en otros países de Europa aquí se les calificaba despectivamente como los Hombres G del Moncayo, ¿Es para cabrearse o no? Cuando se codeaban con las grandes bandas, cuando el mismísimo cantante de los Aerosmith llevó puesta una camiseta de los Héroes en una entrevista para la MTV, aquí se les ninguneaba. Ya en solitario, cualquier cosa que hiciese era observada con lupa y por eso se cebaron con él cuando se marchó del escenario en aquel fatídico concierto de Zuera, ¿qué más da si estuviera enfermo? Con la reunificación de Héroes, volvieron a sonar los tambores de guerra...En resumen, alrededor de Héroes/Bunbury se han dado una muestras de hostilidad por parte de la prensa, cosa que no ha ocurrido con otros artistas con menos talento artístico.
Desde mi humilde púlpito, quiero reivindicar la importacia de un artista que tanto como en Héroes del Silencio como en solitario se ha convertido en una de las voces más originales, más personales y más fascinantes del semidesértico panorama musical español.
Lo demás es silencio.

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