jueves, junio 20, 2013

Carta

Hola, ¿Qué tal? ¿Sorprendida? Sí, sí, ya sé que hace mucho que no te escribo y que no subo a verte pero seguro que tú estás enterada de todo y que comprendes que allá siempre hace frío y que no es el mejor lugar para charlar aunque no haya nadie a nuestro alrededor y, sin embargo, estemos rodeados de testigos mudos.  Realmente no sé por donde empezar ni que contarte, quiero creer que de verdad estás al tanto de lo que pasa y que, donde quiera que estés, nos contemplas con cariño y observas lo que nos pasa.
Supongo que ya sabes lo de papá y que lo habrás aceptado como lo hemos hecho nosotros. No creas que a mí me ha costado hacerlo pero ahora lo veo tan feliz y contento con quien tiene a su lado que se puede decir que ella es una más y ha sido acogida sin ningún problema por el resto de la familia, así que ¿qué pegas puedo ponerle yo? Ninguna, la verdad. De salud va bien, atrás queda el gran susto que nos dio cuando sufría esas "desconexiones" y no recordaba lo que estaba haciendo. Ahora gracias a la medicación, hace una vida normal y activa, hiperactiva diría yo...
Bruno ya no es el chico con el que tanto chocabas, ya no es tan bala perdida, su cambio ha sido radical. Bueno, tampoco creas que ahora es un santo, que sigue teniendo sus "cosillas" pero te puedo asegurar que nuestra relación ha mejorado bastante aunque eso sí, no estaría de más que viera más a su sobrino...Estoy convencido que Isabel, su novia, tiene mucho que ver en ese cambio.
Y yo, ya me ves, casado, con un hijo y trabajando. Vale sí, el trabajo no tiene nada que ver con lo que estudié en la carrera pero tal como están las cosas ahora...
A Ana y a Marcos no llegaste a conocerlos y es una de la cosas que más escuecen a pesar del paso del tiempo, escuece que no hayas conocido a una mujer maravillosa, que es la que me guía, la que me sujeta a la realidad, que me quiere  y punto. Escuece que no hayas conocido a tu nieto, que no puedas ejercer de abuela aunque seas su abuela y siempre lo serás.
De mí poco puedo decirte porque tú me conoces mejor que nadie y seguro que en algunas cosas habré mejorado y en otras no pero tú, estés donde estés, olvidarás las malas y te quedarás con las buenas. Al menos, eso espero.
En fin, que hoy se cumple el decimocuarto aniversario de tu partida y espero que estés en un lugar mejor que éste...
Se despide, tu hijo, que te quiere y te echa de menos...

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