Cuando a la luna se le ponga el ojo morado
Cuando deshaga el mar
a mordisco limpio,
cuando lo salado me sepa a dulce
y apenas quede agua por beber.
Cuando rompa la noche
a puñetazos,
cuando a la luna se le ponga el ojo morado
y apenas queden estrellas por ver.
Cuando apague el infierno
con mis besos,
cuando me derrita por los poros
de tu cuerpo de mujer.
Sólo entonces dejaré de quererte.
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