lunes, noviembre 20, 2006

Adivina, adivinanza...

La verdad es que ultimamente ando algo escaso de imaginación y de inspiración. Para el "post" de hoy recurro a un texto ajeno, en concreto a una canción de Joaquín Sabina llamada "Adivina, adivinanza...". La verdad es que la canción en cuestión es muy ingeniosa y si tenéis en cuenta la fecha que es hoy y los detalles o pistas que se dan en el texto seguro que adivináis a quien se refiere...vamos eso espero.

Joaquín Sabina: "Adivina, adivinanza..."
Mil años tardó en morirse
pero por fin la palmó
los muertos del cementerio
están de fiesta mayor.
Seguro que está en el cielo
a la derecha de Dios.
Adivina, adivinanza
escuche con atención.
A su entierro de paisano
asistió Napoleón,
Torquemada y el caballo
del noble Cid Campeador.
Marcelino de cabeza
marcándole a Rusia un gol
el coño de la Bernarda y un dentista de León.
San Isidro labrador y el soldado desconocido a quien nadie conoció
Santa Teresa iba dando
su brazo incorrupto a Don Pelayo
que no podía resistir el mal olor.
Y el marqués que ustedes saben
iba muy elegantón
con uniforme de gala
de la santa inquisición
Bernabeu incendia puros
con billetes de millón
y el niño Jesús de Praga
de primera comunión
mil quinientas doce monjas
pidiendo con devoción
al papa santo de Roma
pronta canonización
y un pantano inaugurado
de los del plan Badajoz
y el Ku Klux Klan que no vino.
Y Rita la cantaora
y era un cristo ¿valcolor?
y una teta disecada de
Agustina de Aragón
la tuna compostelana
cerraba la procesión
cantando a diez voces
clavelitos de mi corazón.
San José María, Pemán
unos versos recitó
servía Perico Chicote
copas de vino español
nunca enterrado alguno
conoció tan alto honor
dar sepultura a quien era
sepulturero mayor
Ese día en el infierno
hubo gran agitación
muertos de asco y fusilados
bailaban de sol a sol
siete días con siete noches
duró la celebración
en leguas a la redonda
el champán se terminó
combatientes de Brunete
braceros de Castellón
los del exilio de afuera
y los del exilio interior
celebraban la victoria
que la historia les robó
más que alegría la suya
era desesperación.
Como ya habrá adivinado
la señora y el señor
los apellidos del muerto
a quien me refiero yo
pues colorín, colorado
igualito que empezó
adivina, adivinanza
se termina mi canción
se termina mi canción.

2 comentarios:

Edda dijo...

.. y dos días después se restaura la Monarquía al proclamar las Cortes Generales a Juan Carlos I de Borbón como Rey de España...

Me llevo el premio?

Borja dijo...

¡Premio para la señorita! El premio se hará efectivo cuando la ganadora y el escritor de este post vuelvan a verse, ya sea en Cantabria o aquí, ¿de acuerdo?
Y si eso es difícil pues ya improvisaremos algo...