Penúltimo día del año 2006. A Sadam Hussein lo ahorcan y ETA reaparece con un atentado en el aeropuerto de Barajas. Pues sí que acabamos bien el año.
No sé que pensar de este año, no sé que calificativo darle, ni siquiera voy a hacer un balance del mismo porque todo es subjetivo.
Tampoco voy a expresar mis deseos y mis ilusiones para el 2007. Soy de los que piensan que si se dicen en voz alta, corren el riesgo de no cumplirse y por lo tanto nuestra desilusión puede ser mayor. No suelo hacer un listado de intenciones para el año que está a punto de comenzar y cuando me como la última uva justo en la última campanada tampoco tengo un pensamiento especial (salvo el de no atragantarme). No es que no tenga ilusiones pero éstas me las guardo para mí. Si se cumplen, pues compartiré mi alegría. Si sufro alguna decepción, procuraré que no me afecte demasiado. Gracias a quien sea (mi forma de ser, mi memoria de pez) las cosas malas se me suelen olvidar pronto.
En fin, que este es el último post del año, que a todos aquellos que me leen, les deseo una buena salida y entrada de año. Nos vemos en Enero.
Postdata: Compruebo con estupor que mi contador de visitas ha desaparecido misteriosamente. He intentado poner uno nuevo pero nada que no hay forma. ¿Alguien puede echarme una mano?
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