¡Qué país más triste! ¡Qué extraño lugar es éste! Donde la detención de una famosa folclórica tiene más titulares que los avances en la investigación para curar al puto cáncer. Donde los personajes llamados del "corazón", en realidad hacen poco honor a tan noble órgano y son más personajes de vísceras, criadillas y otros restos, ocupan casi todos los programas de televisión. Mientras que los que de verdad trabajan, sufren deslocalizaciones, despidos masivos y un largo etcétera, ¡Ánimo trabajadores de Delphi y todos los demás que estén en situación parecida!
Donde "esa España que ora y embiste cuando se digna usar la cabeza", reza y hace colectas por la libertad de dicha folclórica y embiste contra todos aquellos que quieren un soplo de modernidad y quieren menos pan y circo para contentar a las masas y evitar que no piensen.
¿Dónde está la "España de la rabia y de la idea"? Lo siento, mi querido profesor, pero no la veo.
¿Cuándo va a nacer "la España del cincel y de la maza"? Me temo, mi estimado poeta, que entre todos la mataron y ella solita se murió.
¿Dónde está la "España implacable y redentora"? La España de charanga y pandereta, Don Antonio, la enterró en la fosa común de la ignorancia.
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