lunes, enero 24, 2011

Padres primerizos(1)

Lunes 17 de enero de 2011, seis menos veinte de la mañana. "Cariño, despierta que he roto aguas". ¿Caos?; ¿confusión?; ¿pánico? Nada de eso, ya que teníamos todo preparado incluso nos dió tiempo para tender la ropa que había en la lavadora porque Ana no quería marcharse sin tenderla, faltaría más. Tras una parada técnica para ir a buscar a la madre de Ana, llegamos a las seis y media al hospital. Las dejo en urgencias y yo me voy a aparcar el coche. Afortunadamente, a esas horas, no hay muchos problemas para encontrar sitio. Voy hacia el hospital. Ana y su madre están en la sala de espera. Al rato, la hacen pasar a la sala de dilatación. Y allí que se quedó. Y pasaban las horas y pasaban los médicos/as, enfermeros/as, matronas a inspeccionar a la paciente y todos decían lo mismo: "Pues viene grande para la estatura que tu tienes". ¿Estáis llamando pequeña a mi mujer? Vale, no llega al metro sesenta pero no hace falta que se lo restreguéis por la cara a mi mujer, que está dilatando coño que no se está presentando al casting de Mann Filter. Tras ¡11 horas! ahí metida, deciden meterla a quirófanos para "ayudar" un poco a que saliese el bebé. Pues ya podían haberla ayudado antes...a mí no me dejaron entrar porque la operaron, así que os podéis imaginar los nervios.Tras una larga espera, sacaron en primer lugar al niño. Entre mis babas y la de sus abuelos tuvieron que llamar a la operaria de limpieza para que fregase el suelo. Pero Ana aún tardó más en salir. Más nervios. Al fin, se abrieron las puertas y en la camilla con cara cansada sacaron a mi mujer. "Ahora la llevaremos a la sala de despertar y en una hora ya estará en planta". Una hora después ahí estábamos todos. Ya era de noche. No sé que hora era porque a mí me habían dilatado el tiempo. Me quedé esa noche a dormir en esas comodísimas butacas que hay en las habitaciones. Pero no me iba a quejar teniendo a mi lado a una mujer que acaba de dar a luz, con una episotomía de caballo que dice mi mujer que eso es muy común pero a mí que no me la hagan por favor. Al día siguiente le tuvieron que transfusionar 3 bolsas de sangre así que os podéis imaginar lo cansadica que estaba la pobre.
Pasó el lunes, también el martes, el miércoles Ana ya había recobrado algo de color y el jueves "nos" dieron el alta. Viernes, sábado y domingo fueron días de visitas y hoy lunes, con una semana de vida, Marcos ha dado su primer paseo en cochecito y ha conocido a sus bisabuelos. Y nosotros tan contentos...

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