sábado, febrero 05, 2011

Padres primerizos(3)

Vamos a ver, Marcos. Normal que no te siente bien que te cambiemos de ropa pero que cada vez que lo hagamos nos montes la fuentecilla...no es plan no. Y eso que la parábola que describe el chorro es de una precisión que ríete tú de los lanzadores de jabalina. Si hubiera campeonatos de pis olímpico, tú serías medalla de oro fijo. Además es que no falla, es quitarte el pañal y el baby, darte la cremita hidratante, echarte colonia, colocarte "en posición de salida", irte a poner el pañal limpio y ...¡bingo! Meada al canto. Eso sí, tú ni te inmutas, tú te quedas ahí quietico sobre tu cambiador y ¡ale! a mear se ha dicho. Es lo que tiene la ley de Murphy. ¡Puto Murphy! Seguro que fue padre de familia numerosa el jodío, seguro que cuando tenía bien escoscao al crío va éste y se le cagó, meó y vomitó encima, el muy hijo de...Criaturica.
Pues eso, Marcos. Que no te prives de cagar y mear en el pañal pero no durante el cambio del mismo, ni cuando te bañemos, ni cuando estés tó arregladico y los papis a punto de salir. Tampoco es mucho pedir, ¿no?

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