Marcos cumple dos años. Decir que han pasado muy rápido es quedarse corto. El tiempo apenas te deja disfrutar de lo bueno. Hasta hace bien poco, Marcos era un bebé que podías coger entre tus brazos y ahora lo puedes seguir sosteniendo pero anda que no pesa...No sabía andar y ahora no hay quien le pare, aún le cuesta hablar pero estoy seguro de que en cuanto aprenda charrará hasta por los codos, aún sigue teniendo la bendita inocencia de los niños pero ya se empieza a dar cuenta de algunas cosas. Lo peor de todo es que no hay marcha atrás. Que Marcos ya no será nunca más ese bebé, que algún día empezará a tomar consciencia de sí mismo y de lo que le rodea, que tarde o temprano(espero que sea tarde) no nos necesitará e incluso se opondrá a lo que le mandemos. Espero equivocarme, espero que Marcos no se convierta en uno de esos jóvenes que ni estudia ni trabaja y que aunque nos desobedezca alguna vez o se enfrente a nosotros siempre haya alguna manera de solucionarlo por las buenas. Sí, nosotros también hemos sido jóvenes y hemos tenido nuestros "problemillas" con nuestros padres pero ahora la relación es magnífica.
Ese es mi deseo de cumpleaños. Sí, sí, ya sé que es su cumpleaños y es Marcos quien sopla las velas pero es que mi cumpleaños es en cuatro días así que lo pido por adelantado, Además, es muy probable que lo celebremos juntos y soplemos juntos las velas de la tarta.
En fin, que Marcos tiene ya dos años. Y su padre cumplirá el 21 de enero unos cuantos más. Pero eso es otra historia...
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