Tengo que confesar algo. Los Héroes no me han gustado siempre, es más, recuerdo que cuando iba a 5º de E.G.B. un profesor nos ponía diversas canciones de diferentes artistas y nosotros teníamos que valorarlas de 0 al 10. Entre esas canciones habían tres de los Héroes y las tres sólo obtuvieron un aprobado raspadillo. En aquella época, Mecano era(y recalco lo de era) el grupo que más me llamaba la atención y las canciones que escuché merecieron todas un sobresaliente. No quiero decir con esto que repudie a Mecano pero ya no es lo mismo...
Cuando empecé a sentir interés por los Héroes, éstos ya estaban a punto de separarse y cuando ya me enganché de verdad, va Bunbury y sacó su primer disco en solitario su "controvertido" Radical Sonora. Pero de esto ya hablaremos más adelante. Pasaron los años y con ellos las ganas de saber de un grupo que había "nacido" en la misma ciudad que yo y que sin cantar en inglés(ni en alemán) había conquistado el mercado germano, por no hablar del mercado latinoamericano. Pero lo que llama realmente la atención es la admiración que despertó este grupo en Alemania. Tengo entre mis manos el CD+DVD del Live in Germany, un concierto grabado en directo durante la gira de "El camino del exceso" y en él se aprecia la pasión que sentían por los Héroes. Hablar de pasión y alemanes puede sonar contradictorio pero aquí se ve, se palpa, se siente que Enrique, Juan, Joaquín y Pedro (+ Alan) realmente conectaron con ese público. Tengo que volverme a ver el DVD...Pero lo más de lo más, lo que fue un antes y un después, fue el anuncio de la reunión de Héroes del Silencio para 10 conciertos en 2007 y el primer concierto en España iba a ser en Zaragoza justo en plenas Fiestas del Pilar, concretamente el día 12, el día grande. Ni que decir tiene que busqué en todos los cajeros de Zaragoza maneras de sacar entradas pero nada el sistema se colapsó por la alta demanda y me quedé sin ellas. Se me vino el mundo encima, no me lo podía creer. Y de repente, gracias Virgen del Pilar, anuncian otro concierto para el 10 de octubre. Esta vez no fui al cajero, con un grupo de gente nos organizamos para hacer fila en la tienda de discos donde vendían las entradas. Cuando por fin las tuve en mis manos suspiré, cuando llegó la fecha del concierto me puse muy nervioso y cuando acabó aún no me acaba de concienciar que yo había estado allí. De todo esto ya he hablado en artículos anteriores pero quiero recalcar que aquello fue muy grande, ví a los Héroes del Silencio en directo, en La Romareda, en Zaragoza, donde todo comenzó...
Bunbury, provocador de filias y fobias, de aspecto un tanto extravagante (si yo me pinto las uñas de negro igual no me dejan entrar en casa) pero un músico de los pies a la cabeza. Y trabajador, muy trabajador, que acaba de publicar un disco y ya está pensando en el siguiente. A Bunbury se le han criticado muchas cosas, algunas de ellas con razón, como sus espantadadas en algunos de sus conciertos, pero también es verdad que en otros espectáculos, como el que dió en la Feria de Muestras hace unos años, dio hasta ¡tres bises! y yo me perdí el tercero... Lo más cerca que he estado de él fue en la presentación de un libro, no recuerdo cuál, en la FNAC y allí estaba sentado con el autor del libro parapetado tras unas gafas negras. Uno del público, con marcado acento maño, le preguntó: "¿Qué te pasa en los ojos?" Bunbury lejos de incomodarse le respondió que sufría "fotofobia". A mí me dio vergüenza siquiera levantar la mano para decirle algo y ahora que vive en Los Ángeles y yo sigo en Zaragoza, no creo que vuelva a verle salvo que acuda a alguno de sus shows. Y desde aquí proclamo que su carrera en solitario es muy digna a pesar que ese Radical Sonora descolocara a mucha gente(a mí también) pero que con los años ha ganado en cuerpo y consistencia y que contenía canciones tan enormes como "Alicia". No voy a comentar uno a uno sus discos pero en todos ellos hay joyitas, incluso en este último de versiones. Ahora se ha vuelto a meter en el estudio de grabación para elaborar su próximo disco y aquí estamos rogando a la Virgen del Pilar, de cuyas fiestas fue un extraordinario pregonero, para que vuelva por Mañolandia que aquí siempre le soplará el viento(el cierzo, en este caso) a favor...
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