Resumen de vacaciones

Tal como comenté en un artículo anterior, estas vacaciones fuimos a Peñíscola y allí estuvimos una semana aproximadamente. Después, volvimos a Zaragoza y los últimos días de la quincena de junio, los disfrutamos en Milmarcos.
Peñíscola, lo que es su casco histórico, es un pueblo que merece la pena ver, por sus calles intrincadas y empinadas, por las murallas que la rodean, por el castillo del Papa Luna, por los numerosos rincones pintorescos que ofrece, por la vistas que se pueden divisar, especialmente desde el castillo...Sinceramente, el paisaje que se ve desde aquí merece mucho la pena, aunque el castillo en sí me decepcionó un poco. Si a Peñíscola le quitásemos la parte antigua que se apiña en el promontorio, sería otra villa turística más de esas que se alinean en la costa y que sólo ofrecen sol y playa. La parte nueva podría ser Benidorm o Salou o cualquier sitio de estos tan masificados. Afortunadamente, el estado de conservación del pueblo es excelente.
La parte mala de nuestra estancia es que nos hizo muy mal tiempo y apenas pudimos ir 3 días a la playa sur. Eso sí, los aprovechamos a tope. La playa sur es ideal para ir con niños pequeños porque apenas cubre y no hay casi olas. Los días que nos hacía malo pues los aprovechamos para ver el pueblo, para dar paseos y poco más.
Del hotel, todo lo que tengo que decir lo he dicho ya en la crítica que hice sobre el mismo en el Tripadvisor. Así que si os metéis en esa página y buscáis: "Ágora Spa y Resort, Peñíscola." pues allí encontraréis mi opinión.
La segunda parte de las vacaciones estuvieron repartidas entre Zaragoza y Milmarcos. En Milmarcos, a mi hijo le pasó casi de todo: se cayó, le dolía el brazo, le llevamos corriendo al hospital de Calatayud, sólo fue el susto, volvimos, al día siguiente malo y a Zaragoza volvió enfermo(nada grave). Pero fue bonito ver a gente que casi no vemos, ver como avanza la casa, reposar...
En fin, que al año que viene no sé muy bien que haremos aunque aún nos queda disfrutar una semana en Diciembre.