Vuela en el aire un verso
directo a tu boca
que se viste de beso perverso
y se muere si te toca.
Se muere y resucita en la mía
otro verso aún más poderoso
que me baña de alegría
y por ser tuyo, es aún más sabroso.
Y en este espumoso aleteo
de besos, se desata la más amorosa tormenta,
el más lujurioso ajetreo
que sólo de amor se alimenta.
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