La mañana del 13 me la pegué durmiendo y me hubiera estando durmiendo toda la tarde a no ser por la asamblea de las 16:30 en la cual la actual junta cedía la tarea de organizar las fiestas a nuestra peña. Hasta aquí bien. El "problema" vino cuando nuestra peña se reunió para organizar la tarea de cada uno y alguien tuvo la ocurrrencia de que yo fuera encargado de la barra, además una chica aseguró: "que se le ve al Borja tan responsable..." Tres cosas me pasaron por la cabeza, darle un beso a esa chica y declararle mi amor eterno, reirme en su propia cara o poner cara de póquer. Obviamente opté por la tercera opción. Ya que estoy, pido disculpas de antemano por la brasa que le voy a dar a Ana y compañía por el asunto barra(por el asunto de besar a la chica y declararle mi amor eterno, no te preocupes Ana que no me duró ni medio segundo).
A las 23: 30 se celebró el encierro de vacas, que consiste en hacer bajar a la vaquilla por una calle cuesta abajo, hacer que derrape un poco para que entre en la plaza del pueblo habilitada como coso taurino(es un decir) para la ocasión, una vez dentro, hacerle recortes e incluso saltar sobre ella(no es por presumir pero mi hermano fue el único que lo hizo) y después tratar de meter la vaquilla al corral. Como ella sola no lo hace, saltan 6 ó 7 tíos a agarrarla y a meterla a la fuerza. Esto es lo que menos me gusta porque además el berrido de la vaca es muy desagradable. Después del encierro, tocó la orquesta Hechizo, que vaya peazo orquesta tenían un equipazo y tocaban muy bien. Además les tocó el bingo, ¡600 euros!, y claro no les quedó más remedio que tocar media hora más porque si no iban al pilón de cabeza. entre pitos y flautas y sus litros de ron correspondientes, me acosté a eso de las 7, 7:30 con la esperanza de dormir bastante...a las 10 de la mañana, la puñetera Diana musical me sacó de mi letargo...no sería la primera vez...(continuará)
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