martes, mayo 02, 2006

Fin de semana "litúrgico"

Sábado 29 de Abril, 15:30 horas: Ya estoy mentalizado para ponerme el traje, con corbata y todo. Me miro al espejo después de la "transformación" y la verdad es que casi ni me reconozco.
16:15: Llego a casa de mi novia. En vez de un "jo, que guapo estás" va y me suelta, "que raro te veo". Empezamos bien...para rematar la faena, su madre me dice:"¿Dónde has dejado a Borja?" De acuerdo, nunca he sido un dechado de elegancia pero que te lo digan así de directo...
18:30: Ya estamos todos en el ayuntamiento de La Joyosa, un pueblecito cerca de Zaragoza. Tras las presentaciones de rigor, aparte de los que se casaban apenas conocía a nadie, entramos al salón de actos. Comienza la ceremonia civil. La verdad es que este tipo de celebraciones son un poco frías y nada románticas, sobre todo cuando la secretaria dice que según la ley tal, barra cual, apartado h, etc, etc...pero en mitad del enlace, pasa algo diferente. Por eso he calificado a este artículo de "litúrgico". El alcalde le cede la palabra a un tío del novio(o de la novia) que es sacerdote y ha estado de misiones en Nicaragua. El cura habla del amor y tal, cita a San Pablo, nos cuenta su experiencia como misionero y por último, bendice los anillos mientras los novios repiten las palabras que va diciendo el sacerdote. Nunca había visto esa mezcla tan curiosa de elementos civiles y religiosos.
21:30: Cena en el restautante El Foro, mucho canapeo, los 2 primeros platos entran bien, el sorbete de limón con vodka sienta de maravilla pero es llegar el jarrete y venirme abajo...cuanto más carne comía, más carne aparecía. Total, que no me lo comí entero y me sentí fatal, porque me acordé del cura y de su experiencia en Nicaragua, lo pobres que allí eran, que casi no tenían ni para comer y yo allí, rumiando el jarrete y dejándome la mitad. Después, apenas bebí en la barra libre porque mi estómago no estaba por la labor. ¿Por qué no me pedí antes una manzanilla? ¿Por qué demonios me había dejado el almax en casa? ¿Por qué mi estómago parece el mar del Norte en un día de tormenta?
El domingo descansamos, más o menos, para preparar el cuerpo para la comunión del lunes.
Lunes, 1 de Mayo, día del trabajador. Fiesta de raigambre marxista que no se que Papa trató de disimular esa procedencia al llamarla "Día de San José Artesano". Y a fé mía que consiguió disimularla bien, porque mientras otros se estaban manifestando por el pleno empleo o por la precariedad en el trabajo, especialmente en los jóvenes, nosotros estábamos en la iglesia del Espíritu Santo asistiendo a la comunión de mi primo Diego. La misa empezó a las 12:30 y acabó casi una hora después. Lo mejor de todo, el cura. Aquel hombre se pensaba que estaba en el club de la comedia porque no paraba de hablar, de hacerles preguntas a los comulgantes y hacer chascarrillos a partir de sus respuestas. Todo un showman vamos. A las 14:30, comimos y como yo aún tenía el estómago con mar gruesa, fue llegar la media paletilla de ternasco de Aragón asada y venirme abajo. Y otra vez me vino a la mente Nicaragua, Honduras y toda Sudamérica entera...A las 18:30, salíamos del restaurante. Fuimos a un megabar, megadecorado, megafashion y con su característico portero-morlaco en la puerta. Hora y pico después, salíamos de allí, cansados tras un intenso fin de semana litúrgico. Otro más como éste y mi estómago no lo cuenta...

1 comentario:

Edda dijo...

Anda! El 1 de Mayo es un día de santos??? Y yo pecadora (e ignorante de la vida también) todo el día de fiesta y borrachera (aunque fuese psicológica ya que no bebí nada más que agua)con mis amigas en el Ave...