viernes, enero 04, 2008

Recepcionista de Noche...vieja (Capítulo especial, segunda parte y fin)

¡Feliz 2008, por el c... te la embrocho! ¡Oh Dios mío, pardiez, comienzo el año con una ordinariez! Tras esta brutal muestra de mi nivel poético, paso a relataros lo que de verdad pasó en la última y primera noche del año (¿Por qué la llaman Nochevieja si realmente gran parte de la misma transcurre en Año Nuevo?).
Para empezar, NO cené con mi familia. Resulta que todos se juntaban en un pueblo de los alrededores de Zaragoza llamado Nuez de Ebro( a unos 20 Km aprox.) y como yo entraba a trabajar a eso de las 11 de la noche, pues ir hasta allí me suponía cenar casi a las 9 de la noche para a las 10/10.30 estar listo, coger el coche y a las 11 plantarme en el hotel. Partiendo de la base de que no me hacía mucha gracia ir por la Nacional II de noche y del estado tan lamentable en el que se encuentra la carretera(¡Desdoble ya!), tomando en cuenta que en el hotel me dijeron que lo más seguro es que no había plaza de parking con lo cual si iba a Nuez con mi coche y volvía a Zaragoza, nadie me aseguraba aparcamiento y tampoco iba a "obligar" a mi padre o algún familiar a que me llevase de propio al hotel(vale, la familia está para eso pero ¿y lo culpable que me hubiese sentido?). Total, que al final decidí cenar con Ana y su familia en Zaragoza. Su casa está a unos 10/15 minutos en coche del hotel y además su padre me llevaba en su coche(tranquilos que nadie le iba a quitar el sitio que para eso tiene garaje en su barrio). Así pues, pude cenar con un poquito más de tranquilidad y presentarme en el hotel con un cuarto de hora de antelación. Tras despedirme de Ana, (muac, muac que estaba el "suegro" delante" que si no hubiese sido un muuuuuaaaaacccc bien largo) entré al hotel y mi compañero me recibió con una gran sonrisa al comprobar que su relevo llegaba 15 minutos antes de lo debido, lo que suponía que él se podía ir 15 minutos antes y llegar a las uvas. Me explicó un poco el orden del día y se marchó.
Hasta las 12, la cosa fue tranquila. La gente estaba cenando en los salones de abajo amenizados por una banda musical. Cuando faltaban menos de 2 minutos para medianoche, salí de la recepción y me fui a cafetería para tomarme las uvas con el resto del personal. La verdad es que no conocía casi ni a la mitad porque la mayoría eran extras así que a la hora de felicitar el año nuevo no tenía a nadie a quien felicitarle. Fue una sensación que creía perdida. Estaba rodeado de gente y sin embargo estaba completamente solo. No era la primera vez que me pasaba.
Aún así pude brindar con un camarero que sí conocía. Luego volví a la rutina y he de decir que la noche fue bastante tranquila. De fondo sonaban los grandes éxitos de Raffaella Carrá, Paquito El Chocolatero versión King África, el Himno de la Legión, Héroes del Silencio, Los Lunnis...
¿He dicho el Himno de la Legión? No sé si fue producto del batiburrillo musical que hubo pero me pareció oir que a eso de las 3 y algo de la madrugada paraban la música y algunos cantaron canciones que parecían marchas militares y a lo mejor fue producto de mi imaginación pero para mí que el "Carasol" también sonó...o no pero seguro seguro que "España" y no se qué de "honor" o algo parecido se oyó. Me recorrieron sudores fríos. Menos mal que sonaron los Héroes para compensar...
Lo mejor de la noche fue, sin duda, la visita que me hicieron 3 amigos míos : Fer, Jaime y Rafa. A eso de las 5 a.m. cuando yo ya estaba hasta el moño de hacer de guardarropa man y devolver los pesados abrigos de visón para las señoras y los largos abrigos para los señores, cuando intentar localizar un taxi para ellos estaba más complicado que encontrarle sentido a las palabra del arzobispo de Las Palmas o de Tenerife o da igual de donde ("Es que se visten para provocar" refiriéndose al acoso sexual a menores), cuando algunos que salían mostraban signos evidentes de estarm pasando mal(20 minutos se pegó una señora sentada en un butacón delante mío moviéndose sin parar y más de una vez estuvo a punto de caerse), cuando ya miraba el reloj para que fuese más deprisa, a eso de las 5 como decía entraron con una botella de cava en la mano. Durante una media hora me olvidé de clientes, de la espantosa música del Dj, de los taxistas...y se la dediqué a mis amigos.
Y ya cuando concluyó todo aquello yo me las prometía muy felices, cuando ya se marcharon casi todos y no había habido ninguna incidencia reseñable, un cliente me comentó si había visto como estaban los ascensores. Pues no, no les había prestado atención en casi toda la noche. En el suelo de uno de ellos, había cristales rotos y fragmentos de piezas metálicas que no supe identificar y en el otro ascensor, alguien había arrancado de cuajo el cartel que anuncia el horario de los desayunos. Total que estuve la última media hora limpiando escombros.
A las 7 vino mi compañera y ella acabó de limpiar lo que quedaba y yo me fui rezando para que viniera un autobús pronto. No apareció hasta las 7:45, llegué a casa casi a las 8: 30. Lo de TUZSA, una vez más, es de vergüenza.

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