jueves, agosto 12, 2010

Londres, octavo día

La mañana de nuestro octavo día sirvió para darnos de bruces, de nuevo, con la historia de Inglaterra. Y es que esa mañana, visitábamos la abadía de Westminster. Lugar de coronaciones de reyes y reinas, lugar de enterramiento de muchos de ellos, capillas por doquier con su monumento funerario, el famoso "Poet's Corner" o rincón de los poetas donde muchos escritores y artistas tienen su placa, busto conmemorativo y algunos están enterrados allí realmente. La verdad es que la abadía apabulla con su magnificencia y desde fuera no parece tan grande como realmente es. Sólo se pueden fotografiar los claustros de la misma pero vamos la visita merece mucho, mucho la pena.
Más tarde, nos dimos un paseo por Hyde Park, el famoso parque londinense. Extensísimo, con lago navegable incorporado, con sus cisnes, patos y demás fauna. Con miles de caminos y sendas por recorrer. Nosotros cogimos la que nos llevaba hacia el memorial de la princesa Diana que está casi pegando a los Kesington Gardens. El memorial consiste en una especie de canal de agua de forma ovalada con diversas profundidades, la más profunda llegará como mucho a la altura de la rodilla, y en el cual la gente se mete y aprovecha para dar la vuelta a la fuente por el interior de la misma o donde los más pequeños disfrutan chapoteando donde más "cubre". Vamos que podría ser el memorial de la princesa como podría ser una fuente, original en su diseño eso sí, como otra cualquiera. Pobre Diana, descanse en paz...
Como estábamos al lado de los Kensington Gardens, aprovechamos para acercarnos a ver la escultura dedicada a Peter Pan, ya que se dice que el autor de la obra se paseaba por la zona y obtuvo la inspiración de la misma observando a los niños que jugaban por ahí. La verdad es que la escultura es bonita y el sitio en el que está es precioso. Pero para mí tenía un significado especial. Hace casi 6 años escribí este artículo: http://hayquedespertar.blogspot.com/2004/10/aprendiz-de-peter-pan.html
Hoy, casi 6 años después, puedo decir que al final no rescaté a ninguna Wendy...Fue ella la que me rescató a mí.Gracias Ana, gracias a cada vez estoy despertando un poquito más...
Y en el próximo artículo...Quedan 2 años, ¡2 años!

No hay comentarios: